miércoles, 9 de enero de 2013
RADIOCONTROL, PARAÍSO DE MEDIOCRES?
Hasta ahora consideraba que este hobby/deporte que a todos nos apasiona, era donde disfrutábamos de los amigos en nuestros ratos de ocio, pero ahora a la vista de como van evolucionando las cosas me pregunto, es de mediocres? es de frustrados?
Pues aunque no se puede generalizar, creo que haberlos….. los hay.
A lo largo de estos años he conocido aquellos que como en la modalidad que practican no son capaces de triunfar, se inventan o promocionan una nueva modalidad, y con gran éxito por cierto, pero para su desgracia, cuando tiene éxito y aumenta la participación vuelven a perder y que hacen? Pues inventan una nueva y vuelta a empezar.
Aquellos que se traen cuatro piezas adquiridas por internet y que se creen que son como los hermanos Álvarez, que tienen el Corte Ingles del radiocontrol.
Y rápidamente quieren empezar a manejar, a “promocionar” pero solamente aquello que a ellos les interesa para vender la estratosférica cifra de al menos 10 piezas y obtener un “tremendo beneficio”. Y como siempre hay algún piloto que consigue un descuento y ya es “oficial” pues a hacer seguidismo o como dicen en política “clientelismo”.
Aquellos dirigentes que se creen que porque tengan un cargo ya son los reyes del mambo, y que como se les lleve la contraria en lugar de tratar de convencer con argumentos y/o trabajar para mejorar, agarran el “cesto de las chufas” y venga me monto un Campeonato, donde yo pueda seguir siendo el Rey, pero eso si, ya me encargo de desprestigiar al contrario, porque aquí no se trata de convencer con mis argumentos, de negociar, aquí lo importante es DESPRESTIGIAR.
En resumidas cuentas somos muchos los practicantes, somos muchos los aficionados, pero como a nosotros los que nos gusta es disfrutar de nuestra afición, los mediocres y frustrados que son pocos, pero escandalosos,se aprovechan de ello y enquistan el ambiente, mientras que el resto les dejemos, claro.
Por eso yo digo basta a esos “tenderos” que te dicen o corremos con mi variador, mis ruedas, mi motor, etc, o yo y mis amigos no corremos.
Basta a esos “reyezuelos” que te dicen o me das carrera, a pesar que democráticamente se haya elegido otro circuito, o me voy y organizo otro campeonato arrastrando a los pilotos.
No sé si desde mi actual responsabilidad lo estoy haciendo bien, seguramente no, pero nadie puede decir que no sea dialogante y respetuoso con las decisiones democráticamente tomadas sin imponer y sin coaccionar a nadie, y siempre tratando de favorecer y defender los intereses de los pilotos, entre los que me encuentro.
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ni qué decir tiene que no es solo paraíso de mediocres, sino de muchas veces autenticos impresentables, campeones de su portal con mil y una artimañas, que cuando alguien se iguala en prestaciones con las manos limpias son incapaces de pelear de tú a tú.
ResponderEliminarVendidos por una camiseta, acólitos de mediocres. Lo importante es salir en los papeles, como decía Napoleón Bonaparte: da igual que se hable bien o mal de ti, lo importante es que se hable de ti.
Aquí esta máxima se lleva al extremo, tanto por un bando como por el otro.
La falsa educación, la falsa modestia, son herramientas más en la mesa de boxes.
lo extraño que es estando todo esto en boca de todos y todos haciendo un revuelo no se sea capaz de poner las cartas sobre la mesa y simplemente se caliente la oreja al vecino para que sea este vecino el que levanta la voz y, obviamente, el que recibe la colleja; recordemos que el clavo que más sobresale es el que recibe más golpes.
Da igual lo que se diga, da igual lo que se piense, lo importante es pisar al vecino para estar presente en los papeles y encima menospreciando al ofendido, lo mejor es rodearse de acólitos, bailadores de agua, vendidos por una camiseta/motor, cuan precio venda los ojos más allá de las narices del amo.
La evidencia es palpable, la trampa patente, los comentarios en voz alta y los desplantes tamaño facultativo. Aún así: AQUI NO PASA NADA.
Otro ingeniero del hobby, otro campeón frustrado, otro titiritero con marionetas a elegir, todo es un círculo vicioso, en el cual dicho titiritero ha de ponerse dos máscaras: la de la falsa educación y la de piloto resignado. Para después de quitarle ambas máscaras se quede la pu...ra verdad: SINVERGÜENZA.